Los datos se han convertido en uno de los principales activos que las empresas desean proteger. Toda entidad que maneje datos sensibles debe poner en marcha una estrategia de prevención de pérdida de datos (DLP). Aunque cada empresa necesita una DLP diseñada para sus necesidades empresariales específicas, todas las DLP deben desplegarse con el mismo objetivo: prevenir las filtraciones de datos y mantener de forma segura los datos personales y profesionales, ya sea que se encuentren en reposo o en tránsito.
A medida que las empresas se ajustan al lugar de trabajo híbrido y adaptan la forma en que almacenan, gestionan y mueven los datos confidenciales, deben incorporar y actualizar con frecuencia su software de DLP y utilizar productos de protección de datos como el almacenamiento USB y SSD externo encriptado por hardware para disuadir a la ciberdelincuencia.
El lugar de trabajo híbrido ha aumentado drásticamente la vulnerabilidad de los datos. Ningún empleado es perfecto, y las amenazas de los malos actores acechan por doquier,
Es inevitable que se produzcan filtraciones, hackeos e incidentes de pérdida de datos. Tener el plan o las herramientas adecuadas puede mitigar los daños. Medidas como un proceso de recuperación de datos, la revocación remota del acceso a soluciones de almacenamiento compartido, la notificación inmediata a los empleados o clientes sobre la vulnerabilidad e incluso la alerta a las autoridades competentes o a los clientes de los datos robados son medios de reducción del daño por pérdida de datos. Mantener las mejores prácticas puede reducir significativamente la probabilidad de ataques exitosos, pero las amenazas aún persisten y es imperativo tener un curso de acción a tomar cuando estas situaciones ocurren.