Michael Fellows y Jonathan Hadden decidieron demandar a Madonna el pasado enero. Y es que el motivo iba más allá de la hora, pues los demandantes expresaban que el retraso les complicó la vuelta a casa, alegando que “se enfrentaron transporte público limitado, viajes compartidos limitados y/o aumento de los costos de transporte público y privado”, pues el concierto finalizó a la 1.00h. y no alrededor de las 23.00h, como estaba previsto.
Anteriormente, Page Six, informó de que la cantante no estaba dispuesta a devolver el dinero de los tickets a no ser que un juez dictamine lo contrario. En aquel momento, los defensores de la intérprete han argumentado que no se puede demandar a alguien porque al día siguiente tengas que “madrugar para ir a trabajar” no es un “daño” legal por el que se pueda demandar a una persona. Aunque los demandantes denunciaron a la intérprete de Vogue alegando que los conciertos se habían anunciado de forma “fraudulenta”.
Habrá que esperar un poco más para saber en qué acaba esta historia.