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A los 88 años muere el Papa Francisco
El mundo se despide de un líder espiritual histórico, este 21 de abril, el Papa Francisco falleció a los 88 años en Roma, dejando un vacío inmenso en el corazón de millones de fieles alrededor del mundo. La noticia fue confirmada por la Santa Sede durante la mañana de este lunes, generando una ola de luto y mensajes de despedida en redes sociales. Jorge Mario Bergoglio, como se llamaba en realidad, fue el primer papa latinoamericano y jesuita en la historia del Vaticano, y durante más de una década fue símbolo de cercanía, humildad y transformación dentro de la Iglesia Católica.
Su salud ya venía dando señales de alarma, el pontífice había sido hospitalizado en el hospital Gemelli en febrero por una fuerte neumonía, lo que lo obligó a cancelar completamente su agenda. Aunque en su momento mostró señales de recuperación, su estado empeoró a finales de marzo tras una crisis respiratoria. Ya desde 2023 venía enfrentando varios retos de salud, incluyendo una cirugía abdominal y varios episodios de dificultad respiratoria, lo que preocupaba constantemente a sus seguidores.
Una vida de entrega total, nacido en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936, el Papa Francisco dedicó más de 60 años de su vida a servir a la Iglesia. Ingresó a la Compañía de Jesús con solo 21 años y fue ordenado sacerdote en 1969. En 2001 fue nombrado cardenal por Juan Pablo II, y finalmente, en marzo de 2013, se convirtió en el Papa número 266. Su elección fue histórica no solo por ser el primer latino en el cargo, sino también por representar una Iglesia más cercana a los pobres, más consciente del medioambiente y más abierta al diálogo.
Un legado que trasciende el Vaticano. Francisco fue una figura que conectó con creyentes y no creyentes por igual. Apostó por una Iglesia más empática, habló sin miedo sobre justicia social, inmigración, medioambiente y la necesidad de abrazar la diversidad. Su estilo sencillo, su manera de hablar directa y su carisma lo convirtieron en un líder mundial querido y respetado. Hoy, el mundo lo despide con respeto, y su legado queda vivo en los millones de corazones que tocó con sus palabras y acciones.